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Ladridos en los perros: ¿comunicación o problema de comportamiento?


¿Qué significa ladrar en los perros?

Ladrar es una vocalización, pero no una molestia. Forma parte de la comunicación natural de nuestros perros. Ladran para llamar la atención, para avisar, para saludar, para exigir, para librarse de la frustración o para comunicarse. El ladrido es polifacético. Y como siempre en el mundo canino: el contexto decide.

Nosotros - Lui & Paulina - no vemos los ladridos como un problema, sino como una señal. Nos indica que el perro quiere comunicarnos algo. Si entendemos por qué ladra un perro, podemos trabajar sobre ello de forma específica, sin restringir la capacidad del perro para expresarse.


¿Por qué ladran los perros?

Los perros ladran por motivos muy diferentes:

  • Atención: "Mírame, necesito algo".

  • Frustración: por ejemplo, agresión con correa o desafío insuficiente.

  • Inseguridad o miedo: como reacción a estímulos o amenazas

  • Instinto de protección: cuando vigila la casa o el jardín

  • Alegría y emoción: por ejemplo, en una reunión

  • Aburrimiento o sobrecarga sensorial

Los ladridos excesivos suelen deberse a una combinación de falta de ejercicio, falta de comprensión y falta de estructura en la vida cotidiana.


¿Cuándo se convierten los ladridos en un problema?

Ladrar no es un problema en sí mismo. Se convierte en uno cuando:

  • se produce de forma excesiva y sin causa reconocible

  • ya no es controlable

  • causa estrés permanente, en el perro, en las personas o en el vecindario

Muchos propietarios intentan suprimir los ladridos con "off" o castigos, sin preguntarse por qué se producen. El resultado: el perro se siente aún más incomprendido y busca nuevas formas de hacerse oír.


Nuestro enfoque en Vitomalia

Siempre empezamos analizando cuándo, con qué frecuencia, en qué situaciones y con qué motivación ladra el perro. A continuación, elaboramos junto con el humano un plan de adiestramiento basado en tres pilares:

  1. Comprender y observar: ¿Cuál es el desencadenante? ¿Cómo es el lenguaje corporal?

  2. Crear alternativas: el perro aprende que hay otras formas más tranquilas de comunicarse.

  3. Gestión y estructura: limitar los estímulos, ofrecer seguridad, integrar aprovechamiento y relajación.

Utilizamos específicamente marcadores tranquilizadores, entrenamiento en relajación, control de impulsos y refuerzo positivo. Sin presiones ni castigos, sólo comprensión y cambio.


Nuestra conclusión

Ladrar no es una molestia: es un lenguaje. Y como con cualquier lenguaje, vale la pena escuchar atentamente antes de emitir un juicio. Un perro que ladra tiene algo que decir. Si aprendemos a entender su mensaje, podemos trabajar juntos para encontrar formas de que se exprese de otra manera, sin ignorar sus necesidades.

Porque la verdadera educación empieza por escuchar de verdad. Y ahí es exactamente donde empezamos en Vitomalia.

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